El alpinismo es la más antigua y completa de las modalidades deportivas de montaña. Podría definirse como la acción de subir montañas, pero siempre por afán de superación, como respuesta a un impulso personal distinto en cada uno o por el placer de alcanzar una cima y observar el terreno que se abre ante los ojos.
Pese a que el hombre ha tenido que ascender montañas desde antaño, el montañismo como deporte surge cuando se empieza a practicar no como obligación, sino para satisfacer las inquietudes de quien lo practica. Este cambio se produce a finales del siglo XVIII cuando un grupo de ingleses viajaron a los Alpes con la atención de explorar lo desconocido hasta entonces. En poco tiempo, los Alpes fueron lugar de encuentro de aquellos quienes querían “subir montañas” por el simple placer de subirlas. Así en 1786 Jacques Balmat y Michel-Gabriel Paccard, alcanzaban por primera vez la cima de Mont Blanc, la cumbre más alta de los Alpes con 4.810 m, toda una proeza para la época.
Poco a poco el alpinismo ha ido evolucionando, hasta el concepto actual, que no solo es el que proviene de la RAE (Deporte que consiste en la ascensión a las altas montaña) sino que va mucho más allá. Hoy en día el buen alpinista ha de saber esquí de montaña, escalar en roca, escalada artificial, escalada en hielo o terreno mixto (aquel que combina roca y hielo), pero también ha de tener nociones de orientación y una buena condición física.
Ya son muchos años los que la FEXME lleva trabajando alrededor del alpinismo, realizando viajes programados, expediciones, encuentro de alpinistas, apoyando en los clubes en su fomento etc. Con respecto a los grupos de tecnificación, el primer grupo fue formado por un conjunto de chicos y chicas salido de un encuentro de jóvenes alpinistas entre otros, unas de nuestras apuestas para este año y hoy lo forman 5 grupos de tecnificación diferente, en los que se enseña y ayuda a más de 35 deportistas. Detrás de todo esto, hay mucho trabajo detrás, mucha gente empujando en una dirección, mucho dinero invertido, pero sobretodo muchas ganas de seguir, de mejorar, de evolucionar, de seguir captando gente, formando y hacer llegar el alpinismo al mayor número de personas posible.