“Actividad deportiva que consiste en caminar por el campo siguiendo un itinerario determinado”
• es una actividad de base deportiva, desarrollada por la FEDME,
• se haya asociada al ocio, a la recreación, no a la competición,
• su práctica no está condicionada a ningún nivel de edad, ni estado o condición, por lo que se puede practicar durante toda la vida, porque…
a) permite su práctica en cualquier estado de forma física y con cualquier intensidad,
b) se puede activar en cualquier punto de España y en cualquier estación del año,
c) no requiere técnicas o materiales especializados.
Para su práctica en modo autoguiado, el senderismo precisa de un “apoyo” de señales, mapas y descripciones que incrementan la seguridad y contribuyen al disfrute de la actividad.
Cómo andar se ha convertido en senderismo
A lo largo de la historia de la humanidad ha sido necesario caminar para el desarrollo de todas las facetas de la vida. La movilización bien se hacía a pie o bien con el uso de animales. Para su desenvolvimiento, las distintas culturas han ido creando y manteniendo una extensa red de caminos por todo el ámbito terrestre. Andar era y es uno de las acciones físicas básicas del ser humano. En el siglo XIX la invención de artilugios para la movilización mecánica (tren, bicicleta, automóvil y avión) ha sido parejo a la creación de redes de viales con características especiales y otras instalaciones. Su eficiencia, basada en su mayor capacidad, comodidad y rapidez, en el siglo XX hicieron desaparecer la movilización pedestre en gran manera. En paralelo a este desarrollo económico/tecnológico, en las sociedades mas avanzadas, se reivindica el caminar como elemento lúdico que permite volver a conectar con el medio rural, con la naturaleza y consigo mismo.
Pero ahora se hace en un entorno que se progresivamente ha ido volviendo un desconocido para los humanos, por lo que el caminante necesita elementos auxiliares para culminar su deseo: mapas, descripciones, marcas, hoy el GPS, etc.
Aunque el senderismo nació como una práctica eminentemente montañera, se va transformando, suavizando, y hoy en día es fácil ver senderos por los valles e incluso por las costas españolas. El usuario cambia, ya no son deportistas en busca de aire libre, se busca paisajes distintos, naturaleza, etnografía, gentes, experiencias. Surge el senderismo temático o experiencial.
El senderista actual es heterogéneo, considerado tal quien participa en una ruta popular, buscando una caminata segura, con buen ambiente; como quienes surcan los grandes Apalaches. Hay quienes se conforman con el paseo por el sendero del río por recomendación médica y quienes caminan durante días por un sendero de Gran Recorrido.
Todo es senderismo, según cual quieras practicar, necesitarás un equipamiento, una formación y una preparación física o psicológica distinta.
Senderismo, algo más que un deporte
El senderismo, por la fuerte implantación en la sociedad, tiene incidencia en bastantes aspectos no deportivos.
Implicación en la economía
Se estima que las cifras de los practicantes del senderismo en los grandes países europeos son : 40 millones en Alemania, 6,6 millones en Holanda, 15 millones en Francia y 15 millones en Inglaterra . En España son 4 millones los practicantes de este deporte, algo menos del 10% de la población. En el mundo federado solo un 1% no hace senderismo, mientras que para el 53% es la práctica exclusiva o preferente. Su práctica, dentro del fenómeno del turismo, sobre todo el territorio y en cualquier época del año. Tiene un evidente impacto económico de especial valor ya que se produce, sobre todo, en el medio rural.
Sensibilización medioambiental
No hay mejor manera de valorar, y de defender, el patrimonio medioambiental que conocerlo “a pie”. El tránsito de senderistas por los Espacios Naturales Protegidos y otras partes del territorio de especial valor medioambiental genera una relación empática entre las personas y la naturaleza, convirtiéndose estos en unos potenciales defensores de los valores de los segundos.
Recuperación de un patrimonio histórico
El senderismo es el “uso propio” que permite rehabilitar la red de caminos tradicionales, que conforma un patrimonio testigo de nuestra historia y nuestra cultura. Calzadas romanas, cabañeras y cañadas, caminos mineros, itinerarios religiosos, vías de comunicación entre pueblos, etc. pueden recobrar su sentido con este uso deportivo.
Reivindicación de la vida rural
La acelerada urbanización de la segunda mitad del siglo XX en España ha cargado de connotaciones negativas a la vida rural, cuestión que hoy no se corresponde con la realidad dado el aumento de servicios de los que hoy está dotado este.
Salud
Andar es la acción física básica del ser humano. Y se ha convertido en la rutina privilegiada en la prevención de muchas enfermedades derivadas del sedentarismo, tanto para los niños como para los adultos.
Fuente: FEDME
Caminos, senderos y senderismo
La red de caminos tradicionales, aparte de su valor como patrimonio histórico, reflejo de las actividades económicas y los flujos de relaciones entre nuestros antepasados se ha convertido, en los últimos años, en la base para el desarrollo de un tipo de ocio deportivo, que venimos en denominar “senderismo” y que se define como “una actividad deportiva y recreativa que consiste en recorrer a pie caminos señalizados o no, preferentemente tradicionales” (II Seminario de Espacios Naturales Protegidos y Deportes de Montaña, Jaca 2003). Aunque el mero hecho de rehabilitar los caminos para su uso primigenio ya es un valor, la consideración como sendero homologado ha aportado un nuevo perfil de instalación deportiva en el medio natural.
El senderismo, que surgió como movimiento deportivo y social desde los ámbitos urbanos, ofrece una actividad de ocio en la que se busca el disfrute y el reencuentro con el paisaje y el territorio. Tiene connotaciones ambientales, económicas, culturales y sociales, y favorece el acercamiento a la naturaleza de una forma sostenible y respetuosa. Dado el escenario en el que se realiza, se produce una importante incidencia económica al generar un turismo desestacionalizado que ayuda en la estructuración del territorio y es compatible con los usos tradicionales. Caminar por el gusto de recorrer y descubrir paisajes encuentra cada día más practicantes de todas las edades.
Según se acordó en el II Seminario de Espacios Naturales Protegidos y Deportes de Montaña, celebrado en Jaca en 2003, “en términos generales la actividad senderista es respetuosa con el medio natural. La señalización de senderos bajo los criterios de planificación y gestión de los Espacios Naturales Protegidos constituye un instrumento útil para la ordenación del uso público de los mismos” En la actualidad, el senderismo forma parte de las estrategias de uso público de los espacios naturales protegidos, de los planes de fomento del turismo y la práctica deportiva en los entornos naturales, tal como lo recogen documentos y estudios a nivel estatal y europeo (el Plan de Acción EUROPARC-España de 2005, el Plan de Impulso del Turismo de Naturaleza de la Secretaria General de Turismo de 2005 y el IV Seminario Europeo Senderismo y Territorio, de 2008).
Los primeros senderos homologados en España se impulsan y realizan desde las federaciones y los clubes de montañismo, para dar continuidad a la red europea. Sin embargo, la generalización del senderismo en nuestro país no se produce hasta principios de los años noventa del siglo XX. Hoy día, las federaciones autonómicas integradas en la FEDME, que agrupan a más de 100.000 federados, colaboran con las administraciones e impulsan estos proyectos, a través de su experiencia y de sus marcas registradas. En este sentido, los GR®, PR® y SL® constituyen el sistema de marcaje de senderos más extendido y aceptado en España, conformando una red de más de 47.000 kilómetros señalizados y homologados, con otros 15.000 más en proyecto. Desde algunas comunidades autónomas se han aprobado normas turísticas y de desarrollo rural que establecen marcos para el fomento de redes públicas de senderos. Siete* de ellas cuentan ya con decretos reguladores de la ordenación, homologación y conservación de los senderos. Esta colaboración ha configurado un marco normativo y una base social sólida para el crecimiento y el desarrollo del senderismo y de los senderos homologados hasta unos niveles insospechados hace tan sólo una década.
* País Vasco, Principado de Asturias, La Rioja, Comunidad Valenciana, Canarias, Navarra y Aragón.
Aportaciones del senderismo al desarrollo rural
Un buen planteamiento del proceso de impulso de redes de senderos tiene múltiples efectos, siendo una de sus cualidades más destacadas su contribución al desarrollo rural, sobre todo en zonas que presentan un importante grado de decaimiento sociodemográfico, económico y de los usos tradicionales. Puede ser entonces, un revulsivo para la dinamización socio-comunitaria y un instrumento para la recuperación, mantenimiento y promoción del patrimonio. Para lograrlo, es preciso involucrar a la comunidad en las distintas fases de este proceso. Los residentes deben ser protagonistas de las distintas iniciativas, para orientarlas a la mejora de sus condiciones de vida. Diversos estudios sobre el impacto socio-económico del senderismo han ofrecido datos sobre su interés para el desarrollo local, pero son necesarias nuevas investigaciones sobre la repercusión concreta de las redes de senderos en estos territorios.
Cabe destacar algunas aportaciones del senderismo al desarrollo rural:
– Recupera el patrimonio viario tradicional, de titularidad mayoritariamente pública, y el patrimonio rural asociado a él, articula los atractivos del entorno y apoya las iniciativas de protección en todos los campos generando sinergias con la red de senderos.
– Facilita una nueva actividad, creando una oferta que puede ayudar al desarrollo del sector servicios. Estimula la actividad turística impulsando una oferta desestacionalizada e innovadora que se basa en la revalorización de lo autóctono.
– Distribuye los flujos turísticos en el espacio y el tiempo, siempre que se planifique con las estrategias e instrumentos adecuados.
– Potencia un modelo de desarrollo sostenible, basado en una actividad que es respetuosa con el medio ambiente y la cultura local, mediante la coordinación entre los gestores del territorio y los agentes socioeconómicos.
El senderismo en los espacios naturales protegidos
Según el estudio “Turismo de Naturaleza en España y su Plan de Impulso”, realizado por la Secretaria General de Turismo en el año 2005, el número de visitantes de espacios naturales protegidos superaba los 30 millones anuales, de los que unos 10 millones se concentraban en los Parques Nacionales.
Diferentes experiencias de trabajo conjunto entre las federaciones de montañismo y las administraciones ambientales y turísticas han dado sus frutos tanto en el nivel autonómico como en el estatal. En los acuerdos del II Seminario de espacios naturales protegidos y deportes de montaña se indicó la conveniencia de incluir en los instrumentos de planificación el diseño de la red y se caracterizó a las federaciones de montañismo como expertos en la materia. En el XII Congreso de ESPARC (Aigüestortes, 2006), se aprobó la recomendación de “integrar la Red de GR y PR en los parques naturales como forma de turismo sostenible, integrada en la ordenación del uso público”. Los senderos homologados (GR, PR y SL) están incluidos en el Manual de conceptos de uso público en los espacios naturales protegidos de EUROPARC-España (2005), junto a otros itinerarios y rutas señalizados de uso público.
En algunos espacios naturales protegidos en España y en Europa se están desarrollando sistemas de certificación del turismo de naturaleza con la implicación de empresas de senderismo. La Carta Europea de Turismo Sostenible (CETS) auspiciada por EUROPARC-España, ha posibilitado la adhesión de las empresas turísticas que cumplan los compromisos ambientales y de turismo sostenible y ha permitido la participación de las federaciones de montañismo en las estrategias y planes de acción de turismo sostenible en diferentes espacios protegidos.
La red de caminos señalizados y homologados para uso senderista forma parte de los equipamientos de uso público de los espacios naturales protegidos. Permiten gestionar adecuadamente la afluencia de visitantes a estos espacios, sirviendo como herramienta de sensibilización y educación ambiental.
La señalización y puesta a disposición de los ciudadanos de una adecuada red de senderos, tanto dentro del ámbito de un espacio natural protegido como fuera de él, debe perseguir la máxima compatibilidad entre la conservación del espacio y el disfrute ordenado del mismo.
Propuestas para que los senderos contribuyan al desarrollo rural sostenible
La articulación de una red de senderos homogénea en los niveles local, autonómico, estatal e internacional, contribuye de forma eficiente y sostenible al desarrollo rural. De cara a futuras actuaciones, se pueden realizar las siguientes propuestas:
- Planificar la red de senderos contemplando la estructura de poblaciones de la zona, las comunicaciones y los transportes públicos, así como el necesario mantenimiento que garantice la continuidad del recorrido. Una adecuada planificación y ordenación con las oportunas estrategias de información contribuye a la redistribución y encauzamiento de grupos.
- Recuperar caminos tradicionales precisa investigar la documentación histórica e inventariarlos, involucrar a los vecinos, entidades locales, organizaciones sociales y empresas, formar equipos multidisciplinares que añadan las distintas perspectivas y atender con rigor las cuestiones de propiedad. Se promoverá la sensibilización de los usuarios sobre la importancia del patrimonio público recuperado, para que sean parte activa a través de campañas o acciones de voluntariado.
- Construir la red de senderos priorizando la seguridad del senderista, la calidad y la homogeneidad de la señalización con el conjunto de la red estatal, adoptando diseños que sean compatibles con la conservación del patrimonio natural y respetuoso con el paisaje. Es inseparable de la señalización de senderos su divulgación y la realización de controles de calidad.
- Integrar la recuperación del camino en el contexto de la red viaria supramunicipal. Así los senderos recuperan la tradición de comunicar pueblos, valles y regiones, permitiendo redescubrir las vías históricas de conexión.
- Difundir entre los senderistas un código de buenas prácticas basado en el respeto a los valores naturales y a la cultura tradicional.
- Implicar a entidades vecinales y empresas turísticas de la zona para que compartan la iniciativa y los beneficios sociales y económicos, como garantía de futuro.
- Potenciar la información sobre los senderos homologados en la estrategia de divulgación general de los espacios naturales protegidos y en las oficinas de información de las entidades locales. Todos los soportes divulgativos asociados a un sendero, en la medida de sus posibilidades, promoverán la sensibilización ambiental.
- Diseñar con especial cuidado los proyectos de senderos en zonas frágiles o en las proximidades de bienes culturales sin protección, contemplando las posibles alternativas. Los protocolos de homologación de las federaciones tendrán en cuenta esta circunstancia.
- Desarrollar preferentemente el proyecto de senderos homologados a través de la extensa red viaria de caminos públicos que se caracteriza por una utilización libre y gratuita.
- Establecer marcos de coordinación en la ordenación de la red de senderos de un espacio natural protegido, para promover de forma racional y sostenible dicha red, evitando los impactos negativos sobre el medio y poniendo en valor los positivos. Será conveniente realizar estudios que permitan obtener mayor información sobre las frecuencias de paso y los impactos para establecer medidas correctoras y preventivas.
- Promover mecanismos que enlacen los planes directores de senderos de la FEDME con las planificaciones y estrategias de las administraciones ambientales, turísticas y de desarrollo rural en las diferentes Comunidades Autónomas, para conseguir una mayor coherencia de acción a medio y largo plazo.
- Impulsar allí donde sea posible por las características topográficas y técnicas la realización de senderos o tramos adaptados, de acceso universal y para personas con discapacidad.
Estudio sobre senderos señalizados y desarrollo rural sostenible
En este enlace podrán consultar un amplio y concienzudo estudio sobre la influencia de los senderos señalizados y el desarrollo rural sostenible.
ESTUDIO (en pdf)
Domingo Fernández Jaraiz
Responsable Senderos FEXME
Tlfno: 927 236 424 – 685 168 141 Fax: 927 236 424
e-mail: senderos@fexme.com
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